Futura novia, estudiante de honor entre los 6 muertos en tiroteo en Virginia Walmart


Un joven de 16 años ayuda a su familia. Guardián y padre de dos. Una madre con planes de boda. Un tipo feliz. Empleado a largo plazo.

Así describieron amigos y familiares algunas de las seis personas que murieron en un Walmart en Chesapeake, Virginia, cuando un gerente abrió fuego con un arma ante una reunión de empleados el martes por la noche.

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Aquí hay algunos detalles sobre los que se perdieron:

Randy Blevins, 70, de Chesapeake

Blevins comenzó a trabajar para Walmart a principios de la década de 1990 después de que la tienda de cinco centavos que tenía con su esposa, Teresa, se hundiera, dijo su hijastra Cassandra Yeatts a The Associated Press.

“Cuando Walmart llegó a la ciudad, cerraron su negocio”, dijo Yeatts. “Mi mamá se puso en contacto con el gerente de Walmart en Sam’s Drive y le dijo: ‘Oye, nos has dejado fuera del negocio y mi esposo necesita trabajo’.

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Blevins tuvo una entrevista y fue contratado en el acto como distribuidor nocturno, un trabajo que incluía descargar camiones, dijo Yeatts.

Le gustaba el tercer turno porque tenía los días para él solo. Asistió a los partidos de hockey de los Norfolk Admirals y vio partidos de lucha libre profesional y de fútbol de los Washington Commanders por televisión.

Blevins también tomó instantáneas de personas y lugares en el cercano condado de Isle of Wight, según una historia de 1996 en Isle of Wight Citizen. Las fotos se pusieron en postales y se vendieron a otro cinco y diez centavos que administraba su hermano.

Blevins nunca perdió un día de trabajo, dijo su hijastra.

«Nunca se quejó de nadie con quien trabajaba y disfrutaba ir a trabajar», dijo Yeatts.

A Blevins le sobreviven tres hijastras. Y aunque él y su esposa, Teresa Blevins, se divorciaron, siguieron siendo los mejores amigos, dijo Yeatts.

«El Día de Acción de Gracias y la Navidad eran sus fiestas favoritas», dijo.

Fernando “Jesús” Chávez-Barron, 16, de Chesapeake

Chavez-Barron era una estudiante de honor de undécimo grado que acababa de comenzar a conducir y había aceptado un trabajo de medio tiempo para ayudar a su familia, según amigos y una página de GoFundMe creada para la familia. La organizadora de la página, Tamara Nelson, confirmó por teléfono que la página era auténtica, pero se negó a hacer más comentarios.

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«Un gran hijo y un gran hermano mayor, le encantaba construir con Legos», dijo la página de GoFundMe. “Siempre será recordado como un joven humilde, cariñoso, responsable y trabajador. Su pérdida es sentida no solo por su familia, sino por muchos otros en su comunidad».

La amiga de la familia, Rosy Pérez, le dijo a The New York Times que la adolescente trabajaba en el turno de noche en Walmart para ayudar a mantener a su familia.

«Quería ayudar un poco», dijo Pérez. «Era un niño muy bueno».

Kellie Pyle, 52 años, de Chesapeake

Pyle creció en Norfolk, Virginia, y regresó a la región de Hampton Roads desde Kentucky después de volver a conectarse con su novia de la escuela secundaria en Facebook.

Ella y Brian Baker planeaban casarse el próximo año.


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Tiroteo en Virginia Walmart: 6 muertos después de que un empleado abre fuego, dice la policía


«Nunca la había visto tan feliz, excepto cuando hablaba de sus hijos», dijo un primo, William Pillar-Gibson.

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«Este no fue solo un nuevo capítulo para ella, fue el mejor capítulo», dijo Pillar-Gibson a la AP. «Era abuela. Sus hijos estaban prosperando. Estaba con el amor de su vida. Estaba de nuevo en casa».

Pyle tenía dos hijos mayores de 20 años y un nieto pequeño que era «la luz de la vida de Kellie», dijo su prima.

Pyle había sido el cuidador de sus padres cuando su salud se deterioró y de su hermano cuando sufrió un derrame cerebral.

“Ella manejó todo”, dijo Pillar-Gibson. «Cuando había que hacer algo, ella lo hacía. Y experimentó una gran pérdida”.

Recientemente, Pyle extendió su generosidad y cuidado a la madre de su prometida, Gwendolyn Bowe Baker Spencer.

En una breve declaración a la AP, Spencer dijo: «La amamos… Era una gran persona amable, sí, lo era».

Brian Pendleton, 38, de Chesapeake

Pendleton se aseguró de ser puntual. Aunque su turno de custodia comenzó a las 10:30 p. m., estaba en la sala de descanso cuando comenzó el tiroteo poco después de las 10 a. m., según su madre, Michelle Johnson.

«Él siempre llegaba temprano al trabajo para llegar a tiempo al trabajo», dijo a The Associated Press el miércoles. «Le gustaban sus colegas».

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Pendleton había celebrado recientemente su décimo aniversario trabajando en la tienda.

Su madre dijo que no tenía problemas en el trabajo, excepto con un supervisor, Andre Bing, quien fue identificado como el pistolero.

«Simplemente no le gustaba mi hijo», dijo Johnson. «Él me decía que él (Bing) le haría pasar un mal rato».

Pendleton nació con un trastorno cerebral congénito y creció en Chesapeake, dijo su madre.

«Me llamó ayer antes de ir a trabajar», dijo Johnson. «Siempre le digo que me llame cuando no está trabajando».

Mientras se preparaba para irse a la cama, Johnson recibió una llamada de un amigo de la familia que le decía que había un tiroteo en Walmart.

«Brian era un tipo feliz. Brian amaba a la familia. Brian amaba a los amigos. Le encantaba contar chistes”, dijo su madre. “Lo vamos a extrañar”.

Lorenzo Gamble, 43, de Chesapeake

Gamble era gerente de almacén en el turno de noche y había trabajado en Walmart durante 15 años, informó The Washington Post.

Sus padres, Linda y Alonzo Gamble, dijeron que le encantaba pasar tiempo con sus dos hijos.

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«Simplemente se mantuvo reservado e hizo su trabajo», dijo Linda Gamble. «Era el callado de la familia».

Su madre dijo que a Gamble le gustaba ir a los partidos de fútbol de su hijo de 19 años y animar al equipo Washington Commanders de la NFL.

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Ella escribió en Facebook que tiene problemas para decir adiós.

«Extraño a mi bebé en este momento, la vida no es lo mismo sin mi hijo», escribió.

Tyneka Johnson, 22 años, de Portsmouth

Theodore Johnson, de 41 años, le dijo a The New York Times que su primo vivía con su madre.

«Ella era joven y quería hacer su propio dinero», dijo.

Cuando Johnson asistió a la escuela secundaria Western Branch, Casheba Cannon instruyó al estudiante con sueños de universidad y una familia que lo apoyara, dijo Cannon a The Washington Post.

“La educación era primordial. Su familia hizo lo que tenía que hacer para asegurarse de que recibiera ayuda”, dijo Cannon.

Johnson estaba dispuesta a trabajar para mejorar, pero también era alegre, ayudaba a los estudiantes más jóvenes y «se relacionaba» con todos los que conocía en los benditos servicios de tutoría de Cannon, dijo. Johnson tenía sentido del estilo y amor por la música y la danza.

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«Ella era esa niña. Cuando llegó a la orientación, estaba muy bien preparada”, dijo Cannon. «Tyneka era una luz en una habitación oscura».

Se colocó un memorial improvisado para Johnson en un área cubierta de hierba fuera de Walmart, con las palabras «Nuestros corazones están con ustedes» y una canasta de flores.

El monumento incluía un grupo de globos azules, blancos y dorados atados a un árbol junto con una línea amarilla brillante de cinta policial.

Kelleher informó desde Honolulu y Schoenbaum informó desde Raleigh, Carolina del Norte. Los investigadores de noticias de Associated Press Rhonda Shafner y Randy Herschaft en Nueva York contribuyeron a este despacho.



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